La pandemia
11 de May de 2021 | 20:24
• “Quien no conoce su historia está condenado a repetirla” frase popular atribuida a Jorge Agustín Nicolás.
Cada día procuro platicar con mis hijas, hábito adquirido de mi señor padre, a quien veía cada mes. La diferencia está en la frecuencia. En una de esas pláticas la heredera mayor de mis traumas (porque dinero no creo) me preguntaba que como se podía evitar que en el futuro hubiera nuevas pandemias (si lo descubro segurito me dan el nobel).
A lo que le decía que no había una respuesta segura, pero que estaríamos mejor preparados si hacemos lo que está pandemia nos debería haber enseñado, y digo debería, porque tristemente veo que mucha gente no ha aprendido la lección. Lo escribo mientras escucho la voz desafinada de mis vecinos aullando canciones rancheras a los cuales no me acostumbro a escuchar cada mes, ellos, no han dejado de tener sus reuniones a pesar de las recomendaciones de salud.
Tenemos que aprender a prevenir, a todos los niveles, y en todos los ámbitos, ya se anuncia pomposamente el regreso a las aulas, ya los maestros, y los mayores de 60 años están vacunados, cuando menos en un buen porcentaje, la vacunación de las personas de 50 a 59 años ya inició, y para cuando las clases realmente inicien probablemente habrá el mismo porcentaje que las personas mayores que ellos, nada más que los papás de los estudiantes de educación básica en su mayoría son menores de esa edad.
En la escuela donde laboro algunos salones llegan a casi 50 alumnos, y de plano antes de la pandemia era incómodo pasar, ya no para interactuar de forma cercana con los alumnos, sino para hacer la mayoría de las dinámicas necesarias para un buen desempeño de la clase. Incluso para ellos mismos era difícil sentarse cómodamente.
Por lo tanto se antoja difícil que se mantenga el espacio mínimo de metro y medio entre los alumnos a la hora de clase, así mismo no quiero ver en el receso el acceso a la cafetería, siendo hasta 9 horas las que los muchachos permanecen en el plantel se antoja difícil no ingieran alimentos.
Cuando hablamos de higiene, tendríamos que entenderlo a partir de ahora y desde hace algún tiempo, como medidas de prevención para no enfermarnos o para tener mejor salud.
Cuestiones sociales como disminuir la contaminación, evitar el saludo social de beso, quizá hasta el apretón de manos cotidiano, evitar el hacinamiento, etc.
Actos individuales como usar cubrebocas siempre que se esté con un cuadro de infección respiratoria, o estemos frente a alguien que lo tenga, lavado de manos frecuente, usar una ropa y calzado fuera de casa y otra dentro de ella. Vacunarnos. Evitar el cigarro.
Aún con todo lo anterior, cabe decir que cuando hablamos de pandemia, el día de hoy, viene a nuestra mente ese ser diminuto que asemeja a una matatena con más bolitas, si esa fue tu primera imagen, lamento decepcionarte, pero la mayor pandemia por número de enfermos y muertes aún en el famosísimo 2020, son las enfermedades crónico degenerativas (hasta el 75% del total de fallecimientos).
Hacer ejercicio por media hora mínimo 5 días de la semana, comer legumbres y verduras, dieta baja en carbohidratos, tomar agua simple, cosas que a veces nos resulta difícil de realizar todos días. Esto último no nos evitará tener una pandemia, pero si nos permitirá estar mejor preparados ante la gran mayoría de las enfermedades actuales y venideras.