| 02 de Febrero 2017

Redacción Crónica Veracruz

Veracruz, Ver., 02 de febrero de 2017.- La tragedia de Filipinas en 2004, tras el tsunami que sorprendió a cientos de poblados un día después de Navidad, reveló la importancia de proteger a los manglares como barreras que disminuyen los impactos de desastres naturales. Veracruz se encuentra desnudo, pues sus manglares y las leyes que los protegen, son omitidos por todos.

Este 2017, la Convención Ramsar, que protege los humedales a nivel internacional, llamó a crear conciencia sobre la importancia de estos espacios como protectores contra los riesgos de los desastres con motivo del Día Mundial de los Humedales.

Gustavo Carmona Díaz, biólogo y académico de la Universidad Veracruzana (UV), cumplió con su parte y compartió con diversos estudiantes de Veracruz y Boca del Río la información que por años ha recabado en su labor de restaurar el manglar de Sontecomapan, en Catemaco, donde ha atestiguado como se le da "la vuelta a lo que la propia naturaleza hizo para contenerse ella misma".

Comentó que las raíces profundas de los manglares sirven como barrera y filtro a los embates, por ejemplo, de huracanes y hasta tsunamis. Esta protección; sin embargo, es reemplazada por cocoteros, almendros y árboles de ornato, sobre todo en ciudades costeras, ignorando el valor de los mangles.

El investigador comentó que a esto se suma que la norma que protege a los manglares y la ley que prohíbe cualquier daño contra ellos, nunca han sido respetadas.

Una, la NOM-022-SEMARNAT-2003, que establece los usos sustentables, actividades prohibidas y procedimientos para el cuidado de los manglares; y el Artículo 60 TER, un añadido a la Ley General de Vida Silvestre, que prohíbe terminantemente cualquier actividad en zona de manglar.

Enunció que pese a los esfuerzos, las empresas no realizan manifestaciones de impacto ambiental cuando son necesarias; existen potreros en zona de manglar, aunque están prohibidos; programas de reforestación sin seguimiento y sin asesoría científica que "solo sirven para la foto"; y poca inversión en el personal que se encarga de la vigilancia de estas zonas.

"No entendemos que esa barrera de raíces tiene un valor mucho mayor", dijo.

Afirmó que los huracanes cada vez son más grandes e impredecibles, lo que pone en mayor riesgo a Veracruz, sobre todo, sin la protección de las barreras naturales que son los manglares.